El uso de drones cada vez más autónomos y dotados de sistemas basados en IA se presenta como la solución al control del aforo en las playas españolas, pero plantea nuevos desafíos: ¿cómo respetar el derecho a la intimidad de las personas?
Todavía hay quien se sorprende al ver un dron, pero lo cierto es que las aeronaves no tripuladas ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Con una variedad creciente de usos y posibilidades, las llamadas RPAS están por todas partes. Las encontramos bien arraigadas en la industria audiovisual, por ejemplo, pero su uso se ha extendido a la agricultura e incluso a sectores como el de la salud.
Una de las áreas en las que los drones están ganando protagonismo notable es la seguridad. Con la llegada del verano, este eje se desplaza hacia un punto caliente para los españoles: la playa. Todavía no hemos dejado atrás las consecuencias y peligros del coronavirus. Es por eso que han surgido iniciativas como AeroCovid©.
Drones en la playa: el control del aforo
Se trata de un sistema de vigilancia de payas desarrollado por Aerocamarase integrado a sus drones. Basado en un algoritmo de inteligencia artificial (IA), AeroCovid© realiza de manera automática el conteo de las personas presentes en la playa y mide la distancia entre ellas.
Desarrollado en colaboración con el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), este sistema captura y transmite de manera automática las imágenes que se envían en tiempo real a la policía local, para que esta pueda controlar el aforo en las playas. El video resultante, en una calidad de 1080p, es transmitido por un sistema cerrado de alta seguridad
Hasta aquí, todo parece muy seguro y práctico, pero ¿qué pasa con la privacidad de las personas?
Anonimización: la garantía de la privacidad
Este es un aspecto clave de la era postpandémica hacia la cual nos encaminamos. Queremos vivir seguros, pero también tenemos derecho a la privacidad. ¿Cómo congeniar ambos objetivos en un espacio público como lo es la playa?
El sistema que utiliza AeroCovid© anonimiza automáticamente las imágenes de los individuos en la playa. ¿Cómo funciona esto? El propio software difumina a las personas al realizar el conteo y calcular las distancias entre ellas.
Las autoridades reciben el video obtenido por los drones junto con la información procesada por el programa, pero no es posible identificar a personas específicas en la multitud. De esta forma, se garantiza el anonimato y la privacidad de los veraneantes.
La inteligencia artificial, los sistemas autónomos de vigilancia y las aeronaves no tripuladas están ganando terreno, adquiriendo nuevas funciones y abriendo más posibilidades para la construcción de sociedades más seguras y sustentables.
El potencial que presenta la combinación de drones cada vez más autónomos y la sofisticación de los sistemas de vigilancia basados inteligencia artificial implica también una incógnita con respecto a asuntos como el derecho a la privacidad.
Anticipándose a las disposiciones de la inminente actualización de la legislación europea en materia de drones (que habrá de oficializarse en enero de 2021), sistemas como el que presenta AeroCovid© ya integran, en su propio desarrollo, el respeto por el anonimato de las personas.
Es posible, de este modo, la implementación de drones y sistemas de control de aforo por IA en las playas sin comprometer la intimidad de los españoles.